jueves, 5 de marzo de 2015

CAMINOS DIFERENTES.

Para Ma. Beatriz Vicentelo Cayo.
Soneto alejandrino. 

Mujer, yo te recuerdo con la terneza toda
de noches indelebles que en mi melancolía
dejaron cual gaviotas la tierna algarabía
de placidos graznidos sobre las blancas olas.

Estas Como las luces de la inmortal aurora,
aunque no has vuelto nunca sobre la fantasía
de inacabables horas, de llantos y alegría,
que vuelven a mis tardes con fuerza evocadora.

Jamás deje de amarte, tú estás en los suspiros...
 De recuerdos lejanos, de ojeras dolorosas,
con esas dalias rotas que plante en tus caminos.

Estas en el sonido del viento entre los higos;
querida amada mía, dejaste entre mis rosas
¡Memorias y ternuras de versos peregrinos!
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Fabio A. Pabón M.
CURANDERO TANGO.

1 comentario:

  1. Muy hermoso este poema, mi querido y admirado poeta amigo. Muy agradecida por estas exquisitas letras, que dibujan un corazon inmensamente noble y bondadoso.
    ¡Hermoso poema! Muchísimas gracias

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